jueves, 4 de julio de 2013

"¿QUÉ ENTENDEMOS POR COORDINACIÓN?".

En estos primeros días de vacaciones estoy poniendo en orden y organizando papeles, ideas, proyectos, etc. del curso pasado y algunas ideas que me van viniendo a la cabeza para el próximo año. Pero no quería dejar pasar la oportunidad de contaros una anécdota, aunque para mí más que una simple anécdota ha sido una gran lección impartida por mis alumnos que me ha hecho reflexionar sobre lo que conocemos o la mayoría de los docentes que conozco, entienden por "coordinación" en nuestro trabajo.
Las reuniones de Ciclo cada vez son más teóricas y burocráticas que prácticas. Creo que habría que plantearse de otra manera este tipo de encuentros con otros tutores de nuestro ciclo y los maestros especialistas adscritos a él. Actualmente sólo sirven para que el coordinador/a transmita los acuerdos adoptados en al Comisión de Coordinación Pedagógica en la que, se supone, tenemos voz......Pero no voy a contar lo que muchos de los maestros ya sabemos.
Yo entiendo que la coordinación es establecer unos objetivos, contenidos, competencias y lo más importante, unos criterios metodológicos comunes para todos los tutores y componentes del ciclo en cuestión, en mi caso, del 1º Ciclo de Ed. Primaria. Debemos saber qué hacemos en cada una de nuestras aulas, pero no hay que hacerlo obligatoriamente, de la misma manera, el mismo día y a la misma hora y, obviamente, no obtendremos los mismos resultados.
Ya he dicho en otras ocasiones que la promoción que  este año ha acabado conmigo el 1º Ciclo ha sido muy habladora, muy inquieta, algo revoltosa.... pero ha derrochado imaginación y creatividad.



 Muchas de las proyectos que hemos llevado a cabo han sido propuestos por los/as alumnos/as y los resultados han sido muy positivos y satisfactorios para todos. Quizás los  trabajos finales (murales, libros, manualidades...) no han sido "perfectos" ni "espectaculares" porque yo intento no intervenir directamente en la realización de los mismos. Los niños y niñas son los que los elaboran desde el principio hasta el final. Sólo participio en momentos puntuales.
Voy al grano que me estoy enrollando mucho. Como todos los años, para celebrar "el día del padre" investigamos sobre por qué se celebra ese día, cómo lo podemos conmemorar, etc. Hicimos algunas actividades sobre la historia y sólo nos quedaba confeccionar el regalo para los papás. Las tutoras de las demás clases del ciclo, me comunicaron que íbamos a hacer un barquito hucha que lo habían visto en Internet y les había gustado mucho. Ya habían comprado todo el material que se necesitaba, lo repartieron y sólo faltaba ponerse manos a la obra.


Al día siguiente, expongo en clase en qué consistía la manualidad que íbamos a hacer para celebrar el Día del Padre. Les doy las instrucciones para empezar a pintar el vaso de corcho y les indico los pasos a seguir y cuánto tiempo tenemos para acabarlo. En los días posteriores fuimos dándole forma al barquito-hucha, cuando uno de los niños me dice:
- Seño, nosotros ¿cuándo hemos elegido que este sería el regalo para papá?. ¿Quizás yo falté a clase es día?.
Otro alumno añade:
- No, tú no faltaste. Es que nosotros no hemos votado para elegir esta actividad de plástica. ¿Por qué seño, si siempre lo hemos elegido entre todos?.
Yo sólo les dije que pensábamos que era buena idea que todos los niños y niñas de nuestro pasillo hicieran el mismo regalo.



Esto me hizo pensar si yo había actuado correctamente. Dudé si tenía que haber seguido los pasos de siempre o si era lo correcto aceptar la propuesta de mis compañeras sin contar con la opinión de los alumnos. Ya no había marcha atrás y debíamos continuar. Todo iba bien hasta que llegó el momento de escribir la frase que pegaríamos en la hucha (también facilitada por mis compañeras). Repartimos las tarjetas de colores y escribo en la pizarra el texto:
"Eurito a eurito me compraré un barquito".
¡La que se armó!. Se negaron en rotundo a escribir esta frase. Decían que ninguno de sus padres se iba a comprar un barco, que necesitaban otras cosas.........Entonces propusieron que cada uno de ellos escribieran un mensaje para sus papás. Unos les decían cuánto le querían, otros les daba las gracias por cómo se portaban con ellos, otros les reclamaban más tiempo y atención, etc.
Esta anécdota me hizo reflexionar sobre cómo actuar en determinados momentos en el aula.........y lo tuve claro,, muy claro. ¡Hay que escuchar a los niños y si lo que proponen es viable, ADELANTE!.



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